Cuida tus plantas de interior y siente como su belleza se encarga de purificar el aire de tus estancias.
¿Qué se puede decir con respecto a la humedad y las plantas de interior?
Aunque para nosotros nuestra casa sea un entorno agradable, las plantas requieren su ciclo de variación de temperatura y humedad es por eso que tienes que prestar mucha atención en esto sencillos pasos, en los cuidados de tus plantas.
En cierta manera, compensan el calor con la humedad que puede haber en el interior, pero esta humedad puede no encontrarse en el interior de nuestras casas.
Por eso, si la temperatura es elevada, es recomendable realizar pulverizaciones sobre las hojas (siempre con agua blanda y sin que incida el sol directo en ellas) y evitando exponerlas al sol intenso.
Otra solución sería poner un recipiente con agua detrás de la maceta que creará un ambiente más húmedo ya que poco a poco se irá evaporando
La luz y las plantas.
No podemos disponer un conjunto de plantas de distinto género agrupadas en un mismo sitio, a no ser que no haya más remedio.
Sólo está permitido si tienen las mismas necesidades de luz. No es lo mismo disponer de una maceta con cactus que una palmera de interior, con más necesidades de sombra.
Por tanto, debemos conocer la naturaleza de la planta para poder ubicarla en el mejor lugar posible y así garantizar su comodidad.
El sustrato de las plantas de interior.
El sustrato «la tierra» es el elemento indispensable para asegurar el crecimiento de las plantas. Debemos elegir el mejor sustrato posible.
Es importante la disposición de un plato o recipiente, cuyo uso es únicamente evitar que el agua filtrada por el sustrato manche el suelo o mobiliario, no para conservarla humedad. Hay que evitar el agua estancada a toda costa (salvo cuando nos vamos de viaje, que no hay más remedio si queremos mantener el sustrato húmedo).
Un consejo es poner piedras, tierra volcánica o bolas de arcilla expandida, de forma que el agua no encharque las raíces y por tanto no provoque podredumbres.
Riego con agua de grifo.
En la mayoría de casos no tendremos problemas, pero si en aquellas zonas donde esté muy dura o haya un contenido elevado en cal.
No es recomendable pulverizar las hojas con agua de grifo a menos que se deje reposar o se agite (de lo contrario dejará un polvo blanquecino sobre la cutícula foliar perjudicando la fotosíntesis).
En cuanto a regar el sustrato con agua de grifo, en la mayoría de los casos se puede hacer, salvo en algunas plantas que no soportan las condiciones de cal (el género Erica, las azaleas, etc.) en cuyo caso tendremos que dejar reposar o hervirla pero puede llegar a resultar engorrosa y acabaremos cansados de este proceso, es por esto que recomendamos el agua de consumo mineral embotellada directamente.
Cuida con atención el abonado de las plantas de interior.
Lo mejor es recurrir a los fertilizantes líquidos o en cómodas barritas, estos cubrirán las necesidades para una correcta floración y desarrollo de tus plantas.
Los fertilizantes que comercializamos dan una instrucción clara de la dosis que tenemos que añadir y siempre hay que usar la dosis recomendada del fabricante, ya que de pasarnos en la dosis podemos correr el riesgo de quemar nuestras plantas.
Estos son algunos ejemplos para una orientación del tipo de abono que necesitamos, abonando con un complejo rico en fósforo para plantas con abundante floración y que necesiten que estimulemos su crecimiento. Un abono rico en nitrógeno estimula su crecimiento, asegurando una mayor producción de hojas y, en general, de partes verdes.
En cambio un abono rico en potasio, garantiza una formación completa de flores y frutos.